Ingredientes:
250 g mantequilla* a temperatura ambiente
175 g
azúcar lustre (icing sugar)
1 cdta de vainilla en pasta** y 1 cdta esencia de mantequilla**
1 huevo normal y 1 yema a temperatura ambiente
550 g harina ***
* de buena calidad, yo uso Milbona (de Lidl), también funcionan bien Président y Pascual
** opcionales
*** yo utilizo harina Gallo normal
Con la Kitchen Aid con el accesorio de palas planas (o Thermomix con mariposa), batir la mantequilla con el azúcar a velocidad 1 lo justo para que se mezclen (no debe blanquear ni aumentar de volumen, no debemos introducir aire):
Parar la Kitchen Aid. Remover el huevo y la yema con un tenedor para que quede uniforme y añadir a la mezcla anterior. Añadir también la vainilla y la esencia de mantequilla (opcional) y batir a velocidad 1 hasta que esté bien integrado. Si es necesario, parar la máquina para bajar lo que quede en las paredes. Comenzar a añadir la harina a cucharadas a velocidad 1. Batir hasta que esté ligada:
Colocar la masa sobre un papel de hornear, darle una forma redonda y aplastada y cortarla en dos trozos iguales:
Coger uno de los trozos y darle forma rectangular con las manos sobre un papel de hornear.
Colocar otro papel de hornear encima y con un rodillo estirar la masa con un grosor uniforme de unos 6 mm. Conviene utilizar un rodillo regulable. Hacer lo mismo con el otro trozo.
Ponerlos en una bandeja de hornear, uno encima de otro, con cuidado de que no se doblen. Dejarlos enfriar en la nevera un mínimo de 3 horas (si se deja mucho tiempo se resecará). Precalentar el horno a 180º C con calor arriba y abajo, y sin aire. Cortar las galletas con
cortadores. La masa se quedará pegada al cortador.
Poner galletas de tamaño uniforme en la misma bandeja sobre un tapete microperforado. Tardarán más o menos en hacerse en función de si son más o menos grandes. Aunque no llevan levadura, hay que dejar un par de centímetros de separación entre galleta y galleta porque crecen un poco.
Los recortes sobrantes se vuelven estirar entre dos papeles de hornear las veces que haga falta, sin necesidad de volver a enfriar. Introducir la bandeja durante unos 12 minutos (cuanto más grandes, más tiempo). Hornear solo una bandeja por vez, situándola en la parte central del horno (ni arriba ni abajo). Pasar las galletas a una rejilla hasta que se enfríen. Conviene dejarlas enfriar dos horas mínimo antes de decorarlas, ya que al principio están algo quebradizas.
Trucos / consejos / comentarios:
Con estas cantidades salen unas 30-40 galletas de tamaño mediano.
Se puede utiliza un rodillo normal y poner a ambos lados barritas de madera de 6 mm de espesor. Es una opción, aunque creo que resulta mucho más cómodo el rodillo regulable.
Es absolutamente imprescindible que la mantequilla esté a temperatura ambiente. Para ello lo mejor es cortarla en cubos (para que la temperatura sea uniforme), en verano basta con un par de horas antes de preparar la masa y en invierno conviene sacarla la noche anterior. Si está muy blanda la bato menos tiempo con el azúcar porque en seguida coge aire. Debemos evitar que cojan aire o quedarán quebradizas, arenosas en lugar de crujientes, y crecerán.
También los huevos deben estar a temperatura ambiente, estos sí se pueden dejar sin problema fuera de la nevera la noche anterior tanto en verano como en invierno.
Estas galletas duran ricas al menos dos meses. A partir de ahí pueden empezar a saber rancias, aunque no le sentarán mal a nadie si se las come. Lo ideal es conservarlas en una caja de galletas, de las de lata de toda la vida: las preserva de la luz (que hace que se pongan rancias antes), del polvo y de la humedad ambiente.
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