¡Ay! si parece que acabo de llegar y ya sólo quedan dos días y medio ¡qué rápido pasa el tiempo en NY! Pero eso sí, lo estamos aprovechando y disfrutando al máximo. Y tengo varias direcciones interesantes más :-)
El jueves pasamos casi todo el día en Woodbury Common, si queréis saber más sobre este "pueblo-centro comercial" podéis echar un vistazo a mi post del año pasado
aquí
El viernes fuimos New York Bake Supplies a primera hora. Esta vez no subo muchas fotos porque serían bastante repetitivas con las del año pasado, que podéis ver
aquí. Sólo un par de ellas de cosillas que me han llamado la atención como los nuevos moldes para bundt de Nordic Ware (el amarillo parece un casco de bombero, jeje ¡pero son tan bonitos!) y las flores preparadas que venden:
De allí a Chinatown (lo mismo, podéis ver más fotos
aquí), donde parece que en cualquier momento vas a entrar en la tienda de los Gremlins, jajaja.
Hay cosas realmente curiosas...
Y caminando hacia el Soho donde, claro, entramos en
Dean&Deluca. A mirar porque los precios que tienen hacen que parezca más un museo que una tienda, jeje. Tenían galletas decoradas:
Y cupcakes:
Y vendían también los donuts de
Doughnut Plant... hmmm... tengo que conseguir hacerlos así (algún día):
Y una de las tiendas que más me han acelerado el pulso en estos días ¡
Purl Soho!
Ya desde la entrada me encuentro con esto, que hacía tiempo que pineé (
aquí) ¡sin saber que era de esta tienda!
Lo quería comprar todo...
¿No es como para hiperventilar?
Es todo tan bonito
Compré un libro japonés de confección de peluches (¡me chifla!), y además todo lo necesario para poder decorar mi "despacho-cuarto de manualidades" de casa con esos preciosos cuadros-entelados en bastidores:
Y subiendo hacia el norte nos encontramos con esta tienda,
Fishseddy, con unos stands para tartas y cupcakes (la primera foto de este post es de allí) preciosísimos (y carísimos, snif).
Además de otras muchas cosas para la cocina
Por último fuimos a ver a mi amiga Paloma, que vino a pasar seis meses aquí (ya va por más de la mitad) y me tenía guardados varios paquetes que pedí a su casa ¡gracias Paloma!
Hoy
sábado hemos empezado el día yendo a Macy's
A continuación en metro a Fulton (cerca del puente de Brooklyn).
Tengo que decir que el metro de aquí me pone mala: casi nunca hay nadie en las cabinas por lo que tienes que vértelas con las máquinas, que o no leen la visa o no aceptan billetes o no los reconocen ¡argh! y para más inri hay que comprarlos de uno en uno (o estudiar un máster para saber cómo comprarlos agrupados, yo desde luego no he sido capaz), con lo cual perdemos casi 15 minutos cada vez que queremos entrar. Por esto en esta ocasión sólo lo hemos cogido dos veces, el resto de ocasiones hemos ido andando o en taxi, y es que el taxi (mucho más barato que en España) sale poco más caro que el metro. Cada billete individual de metro cuesta 2,50 $, por lo que siendo tres (los niños pagan a partir de 1,10 m de altura) nos cuesta cada viaje 7,50 €. Encima hay que estar atento de entrar en la estación por la entrada correcta o te toca pagar dos veces, y hay pocos enlaces entre diferentes líneas y pocas paradas, con lo cual normalmente tienes que acabar caminando al terminar el trayecto. En fin, que en cosas como estas me alegro de vivir en Madrid :-)
Ains, tenía que desahogarme... sigo: hemos estado en Pier17, una especie de muelle o puerto muy animado con un centro comercial donde he conocido ¡una tienda alucinante!
Christmas in New York, ay, aquí igual que en Purl Soho ¡me lo quería llevar todo! sobre todo los cascanueces, los había de todos los tipos. Al final me he llevado ocho, jejeje, y unos cuantos adornos para el árbol, sobre todo del hombrecillo de jengibre ¡ahora estoy deseando que llegue la Navidad!
¡Mirad qué cosas tan bonitas!
Hemos vuelto en metro (argh, argh, arhg) hasta Times Square, que estaba casi imposible para caminar, y andando hasta Rockefeller Center donde hemos vuelto a
J. Crew (ay, lo que me gusta) y a la tienda Lego (ay... lo que le gusta a Daniel, jejeje) y de nuevo a Bouchon Bakery (que nos gusta a Julián y a mí) a probar más macarons, esta vez de chocolate y de caramelo ¡no sabría decir cuál me gusta más de todos los que hemos probado hasta ahora!
Y volviendo al apartamento nos hemos encontrado este pedacho de taxi-limusina, jajaja
Y a la vuelta he estado comprobando que las compras de estos días caben bien en las maletas ¡síiiii! caben, jejeje, y aún queda hueco para algo más. Y es que nos vinimos con sólo una maleta y una de cabina llenas, así que teníamos dos maletas y dos de cabina libres ¡¡bien!!