Ingredientes:
Bizcocho:
225 g mantequilla a temperatura ambiente
465 g azúcar
5 claras de huevo a temperatura ambiente
2 cucharaditas de
vainilla en pasta
375 g harina
4 cucharaditas de levadura
1/2 cucharadita de sal
355 g leche a temperatura ambiente (*)
Colorantes en gel
Buttercream de merengue suizo para rellenar:
9 claras de huevo
350 g azúcar
530 g mantequilla a temperatura ambiente
2 cucharaditas de esencia de limón (opcional)
Buttercream de merengue suizo para cubrir:
4 claras de huevo
160 g azúcar
140 g mantequilla a temperatura ambiente
1 cucharadita de esencia de limón (opcional)
(*) Se puede utilizar recién sacada de la nevera, poniéndola 20 segundos en el microondas.
Precalentar el horno a 175º C y preparar moldes de 18 cm. de diámetro con papel de horno en la base, y con
spray o mantequilla en el lateral.
Batir el azúcar y la mantequilla hasta que estén cremosos. Añadir las claras poco a poco. Añadir la vainilla y mezclar hasta que esté totalmente incorporada. En un cuenco tamizar la harina con la levadura y la sal. Aañadir, alternando, la leche y los ingredientes secos en dos veces.
Dividir la mezcla en tantos cuencos como capas queramos. Para que sean idénticos, debemos pesar la masa total, dividir entre el número de capas y poner el resultado en cada cuenco. Mezclar con un colorante en cada cuenco. Pasar a los moldes y hornear 15 minutos cada uno. Sacar del horno y pasar a una rejilla para que se enfríe 10 minutos. Después poner uno encima de otro separándolos con papel de hornear (son muy pegajosos) y dejar en la nevera.
Tanto para la cobertura de relleno como para la de cubrir, pero haciéndolo separadamente: Cocinar las claras y el azúcar en una pequeña cacerola a temperatura media, removiendo constantemente hasta que el azúcar se haya disuelto (cuando al coger la mezcla entre los dedos y frotarla esté suave). Verter en el cuenco de la Kitchen Aid con varillas (o Thermomix con mariposa) a velocidad 8 hasta que esté a temperatura ambiente y forme picos duros. Batir a velocidad 3 e ir añadiendo la mantequilla troceada, esperando a que se vaya integrando antes de añadir más. Cuando esté toda incorporada subir progresivamente a velocidad 8 y batir hasta que esté bien mezclado. Añadir el extracto, batir brevemente y usar. Si queda demasiado líquido después de añadir la mantequilla y no espesa después de batir, refrigerar 5-7 minutos y volver a batir hasta que esté esponjoso.
Trucos / consejos / comentarios:
La receta original la vi en
Whisk Kid. He cambiado es el tamaño de los moldes (los he puesto un poco más pequeños), y he puesto menos cantidad para el buttercream de cubrir (me sobró mucho) y menor proporción de mantequilla de la que indica la receta original porque el del relleno (que en lo único que se diferencia es en llevar más proporción) me pareció que quedaba un poco pesado y además amarilleaba con la mantequilla. Para comer me gustó más este con menos mantequilla: una textura más agradable, un color más bonito, un sabor más rico, y más ligero que el del relleno. Pero el del relleno queda más compacto, es más fácil de extender, y además curiosamente cuando lo corté no se veía amarillento, no sé si por el contraste con las capas de bizcocho o porque se aclaró con el reposo y/o con el frío de la nevera. Así que cuando vuelva a hacerlo le pondré la mantequilla que indico aquí, un poquito más de la que utilicé, para que quede más consistente y fácil de untar. El buttercream de merengue suizo es mucho más ligero y, para mi gusto, agradable de comer, que el buttercream tradicional, me ha parecido riquísimo.
Me hubiera gustado hacerle fotos en condiciones con el corte, pero Julián me dijo que quedaría fatal presentarla en el cumple ya cortada y... desistí. Así que le hice las que pude en el jardín antes de servirla y al día siguiente al trozo que quedó, pero bueno, ya tengo otra excusa para repetirla :-)
Debo decir que mi intención fue hacer una tarta de Playmobil: un castillo, una cara, un muñequito... pero habría tenido que utilizar fondant y
mi experiencia con él es que los niños lo dejan apartado en el plato. Así que pensé hacer esta tarta combinando capas rojas y azules, los motivos del
cumple. Pero en el último momento ¡era tan bonito el de la foto! decidí hacerlo tal cual. Así que tiré palante y luego le planté unas banderitas azules y rojas arriba, porque total, hasta que no lo "abriera" sólo se vería blanco.
Y me alegro de haberlo hecho ¡quedó tan vistoso! Realmente impresionante, supongo que el secreto de que la masa mantenga unos colores tan vivos (utilicé
colorantes en gel) tras el horneado es la proporción exagerada de azúcar sobre harina. Aunque tiene el inconveniente de que queda muy pegajoso, durante el horneado olía a caramelo líquido... Los horneé de 3 en 3, porque tengo 3 moldes de 18 cm. En los primeros simplemente utilicé
spray para desmoldar, pero incluso así se iban trozos pegados en la base, así que en los siguientes puse papel de hornear y retirándolo con cuidado quedaron mejor. Después se pegaron a la rejilla en la que los dejé enfriando, pero afortunadamente al montarlos se disimula. Creo que el problema es que mi "rejilla" en realidad es una parrila de carne con separaciones muy grandes entre los alambres que acaban clavándose al bizcocho, pero aún así hay que tener cuidado en este paso, son muy delicados. Yo me ayudé de un disco para levantar tartas que compré en Lidl hace tiempo para pasarlos de la rejilla a la nevera. Lo de la nevera debe de ser para que se compacten un poquito con el frío y no sean tan delicados.
Para montarla puse papel albal cortado en tiras colocado de forma concéntrica sobresaliendo un poco por fuera y entrando un poco más al interior de donde irían los bordes de la tarta. Así no se mancha el plato mientras decoramos la tarta con la cobertura. Y una vez cubierta, retiramos las tiras cuidadosamente una a una. Yo las hice demasiado largas, llegaban demasiado adentro, y como el pastel es muy pesado (¡8 capas más todo el buttercream!) alguna se me rompió al tirar y se quedó parte debajo... pero bueno, tampoco es un drama.
Al principio pensé que era una cantidad exagerada de buttercream de relleno pero ¡qué va! lo gasté todo en la decoración. El día que lo repita pesaré también esto en 6 partes para que me queden con idéntico grosor. Tened cuidado al extender de no frotar el bizcocho porque si no se levantarán miguitas y quedará el buttercrem manchado con ellas, no es que sea algo terrible pero queda más bonito si esto no sucede.
Como esta tarta lleva muchísimas claras de huevo lo que hice fue comprarlas en bote en Mercadona.
Parece complicado de hacer y que lleve mucho tiempo, pero no, yo lo hice en una tarde y lo que más tiempo me llevó fue tratar de que la cobertura quedara lo más lisita y mona posible. La hice el día anterior al cumpleaños y la dejé en la nevera hasta un par de horas antes de tomarla. Y de sabor me encantó, empacha bastante y es muy dulce, pero me pareció deliciosa.