Ingredientes:
200 g galletas (María, Digestive, Speculoos...)
80 g mantequilla a temperatura ambiente
4 hojas de gelatina
1 litro de leche
8 yemas de huevo
45 g maízena
200 g azúcar
1 cucharadita
vainilla en pasta
Azúcar demerara
Poner la gelatina en un vaso con agua.
Triturar las galletas a velocidad 5. Añadir la mantequilla unos segundos más. Poner la mezcla en un molde desmontable de 20 cm. apretando con los dedos (no hace falta engrasar ni preparar el molde).
Calentar 250 ml leche y cuando esté a punto de hervir añadir las hojas de gelatina bien escurridas. Remover hasta que la gelatina esté bien disuelta y reservar.
Poner en la Thermomix
la mariposa y verter los 750 ml restantes de leche, el azúcar, las yemas y la maízena. Programar 10 minutos a temperatura 90 º C y velocidad 2. Después programar otros 2 minutos a velocidad 2 sin temperatura e ir vertiendo dentro la leche con la gelatina y a continuación la vainilla.
Poner la crema sobre la base de galleta, dejar enfriar, cubrir con papel de film y meter en la nevera hasta el día siguiente.
Cubrir con azúcar demerara y quemar con un soplete.
Trucos / consejos / comentarios:
Quise hacer esta tarta desde el momento en que la vi en el fantástico blog
"Arca de recuerdos". La guardé en mi
Pinterest hasta que he encontrado el momento de prepararla. He cambiado algunas cosas: he sustituido la canela y el limón por vainilla, que me va más con la crema catalana. He utilizado maízena en lugar de almidón de trigo porque es lo que tenía en casa y creo que es más fácil de encontrar. Prefiero usar mantequilla a temperatura ambiente para la base en lugar de calentarla al microondas. Además para poner por encima recomiendo el
azúcar demerara, que al quemar queda totalmente auténtico, como en la crema catalana original; pero a falta de este se puede usar azúcar moreno. Utilicé un molde de 23 cm. como se indicaba pero me ha quedado bastante más bajita que en las fotos originales, por lo que creo quedaría mejor usando uno de 20 cm.
El resultado es fantástico: la he emplatado sin problemas, sólo con la precaución de usar un molde desmontable y pasar un cuchillito por el borde antes de abrirlo para desmoldar. La textura es genial, tremendamente suave. Y el sabor fabuloso.
Edito: como veo que preguntáis en los comentarios os cuento, se puede hacer sin Thermomix perfectamente, es como las natillas que la Thermomix te lo hace ella sola pero se pueden hacer a mano. Simplemente se pone en un cazo de fondo gordo controlando la temperatura y removiendo. En cuanto a gratinar el azúcar: si no tenéis soplete podéis hacerlo como hacía yo antes, poniendo el horno encendido sólo por arriba a temperatura máxima y metiendo el postre con el azúcar lo más arriba posible del horno hasta que empiece a tostarse el azúcar (sacar rápidamente en cuanto empiece a tostarse porque se quema muy rápido).